jueves, 4 de noviembre de 2010

Estar enamorado

Cuando se está enamorado no piensas en ella, no te acuerdas de ella. Porque cuando se está enamorado recordar no significa lo mismo, cuando estas enamorado no piensas, deseas. Desearías que viera lo que tu ves, que riera viéndote reír, te gustaría gritar y que te oyera. O que ella no te oyera, que te oyera el resto del mundo, que todos oyeran que cuando la miras sin que se de cuenta algo tiembla dentro tuyo. Y es entonces cuando hablas de ella, hablas siempre que puedes de ella, porque cuando hablas de ella parece que te estés comiendo un helado de fresa, y sonríes, y te gustaría verla y sonreírle, y apuntas en tu mente todo lo que quieres decirle, todo lo que te sucede a lo largo del día, porque todo lo has hecho para ella, y notas como tu pecho se hincha, justo como cuando ella te abraza.Y entonces notas en tu piel su piel, acaricias la piel más suave del mundo, suave y tersa, y sabes que está lejos, pero tus dedos la siguen notando, recuerdos de anoche. Y te gustaría que no existieran las distancias, y que lejos y cerca significaran lo mismo. Te gustaría tenerla al lado cuando comes, cuando trabajas o cuando duermes, necesitas tenerla al lado cuando ríes, y necesitas tenerla al lado cuando lloras.
Sabes que ella está contigo vayas donde vayas, y desearías poder volar, volar entre las casas, por encima de los coches, para ir hasta donde está ella y decirle al oído, “yo también voy a donde tu vayas”.

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